lunes, 8 de noviembre de 2010

Trujillo....... de Perú

Viajando solo desde hace 4 días, se me hace raro no tener a mi pack inseparable de los últimos 2 años. Me hallo en el punto final de estas primeras vacaciones post-veraniegas. Trujillo es un colofón perfecto, ya que aquí voy a visitar uno de esos lugares que cuando ves en un documental o una foto dices: 'yo quiero ir ahí'; o mejor dicho: 'yo voy a ir ahí'. Y que no es otro que Chan-Chan.

Una vez cogido el ritmo de los transportes locales, sigo desplazándome en los denominados 'combis' a una media de 1 sol por viaje de 10km. Hoy he visitado las Huacas de la Luna y el Sol donde he podido ver restos de la cultura Moche que habitaba la zona hace unos 1500 años. El concepto santuario 'matrioska' resulta muy interesante. Es como un 5 santuarios en 1, uno encima del otro, clausurando el previo en los cuatro puntos cardinales y sellándolo por encima con los sacerdotes y saterdotisas dentro.

Y si hablamos del Dios degollador, del que soy fan absoluto, entonces ya ni te cuento. El amigo Ai Apaec se representa con un aspecto agresivo y aterrador, con más pinta del hombre del saco que de sumo creador. Al contrario de lo que sucede en la iconografía budista, donde este tipo de representación se utiliza para alejar a los malos espiritus, aquí no, aquí se trata de acojonar al pueblo, lo cual parece ser conseguía con creces.

Pero si algo llama la atención por aquí, son los perros andinos, varias veces ganador del premio al perro más feo del mundo. Claro que su función no es alegrar la vista, si no curar la artritis, el asma y otras dolencias con su calor corporal. Si alguna vez habéis acercado las manos al una estufa, tocar a este can es lo mismo, pero sin electricidad, ni butano, ni gas natural.

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