martes, 19 de octubre de 2010

Islas Ballestas: me "guano" toa

3:00 am, hora de levantarse. Tomamos un autocar Lima-Paracas para poder observar una de las maravillas de la naturaleza que proporciona este país.

8:15 am estamos montados en una lancha rápida y adentrándonos en el parque natural de Paracas. A partir de este momento, todo el cansancio acumulado desaparece como por arte de birli-birloque. Llegamos a uno de esos puntos envuelto en el misterio que harían las delicias de Iker Jimenez en su Cuarto Milenio: El Candelabro. ¿Obra de los Nazcas? ¿De los Piratas? ¿De los extraterrestres? ¿O se trata de algún tipo de publicidad de unos grandes almacenes?... el misterio está servido.

Seguimos un poco más adelante, y llegamos a un conjunto de islas donde habita una cantidad absolutamente incontable de pájaros, aves o vertebrados alados (como prefieran vuesas mercedes), junto con otro tipo de criaturas con menos plumas. Entre la colección de avistamientos podemos enumerar: pingüinos de Humboldt, pelícanos, picudos peruanos y otras muchas especies llenando de "guano" (vulgo mierda) cada una de las islas, islotes y montículos que osan asomar a la superficie marina.

Lo curioso es que a raíz de poseer la fuente de mierda más amplia del mundo, han sido la envidia de propios y extraños para compartir este caro y maravilloso fertilizante.

Y como observadores privilegiado de este impagable espectáculo: los leones marinos.


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