Amig@s, iniciar un viaje volando en business es algo a lo que, apostaría, cualquiera podría llegar a acostumbrarse. A ver quien es el guapo que le dice no a: sala VIP, asiento/cama, pantalla multimedia,... Por no mencionar las viandas y los caldos con que alegraron nuestros paladares: solomillo de novillo con castañas, pera y chalote con salsa de Pedro Ximenez, jamoncito del que suda,... y todo bien regadito con un reserva de Rivera de Duero o con un albariño, cada cual en su temperatura recomendada por los expertos. Y todo, supuestamente, supervisado, por uno de nuestros chefs más internacionales: Sergi Arola.
Así uno aterriza en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima con otro cuerpo, no os parece?
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